
África, en el punto de mira
Las ciudades de Valencia y St Louis (USA) lideran un proyecto para ayudar a curar las enfermedades del sistema nervioso central que padecen los niños en el Este de África. Entre ellas, la hidrocefalia, que sólo en Kenia, afecta cada año a 2.000 niños, de los...
Las ciudades de Valencia y St Louis (USA) lideran un proyecto para ayudar a curar las enfermedades del sistema nervioso central que padecen los niños en el Este de África. Entre ellas, la hidrocefalia, que sólo en Kenia, afecta cada año a 2.000 niños, de los cuales actualmente sólo se puede tratar a 400.
Se trata de una enfermedad fácilmente curable en cualquier hospital de los países desarrollados, pero que en África representa uno de los problemas más comunes entre los niños, con una incidencia en el conjunto de África que se dispara hasta los 14.000 casos por año.
El proyecto incluye el entrenamiento de médicos en la especialidad de endoscopia y la formación de neurocirujanos. Paul H. Young y Mahmood Qureshi trabajan, desde San Louis y Kenya, respectivamente, en la implantación del programa y la búsqueda de recursos. Entre los objetivos del programa figura establecer el concepto de neuroendoscopia móvil, proseguir con la labor de formación de los futuros neurocirujanos y proveer de, al menos, un aparato de neuroendoscopia portátil para cada país del este de África, en especial Etiopía, Kenia, Tanzania y Uganda.
Bajo el nombre de St. Louis-Valencia Misión Program, el programa cuenta con el apoyo de la fundación americana FIENS y la fundación española NED, y trata de dar respuestas eficaces para una población -la de los niños- que constituye los pacientes más frágiles e indefensos, especialmente en un continente acuciado por las necesidades, y en el que sólo cuentan con 18 neurocirujanos para una población de 100 millones de habitantes. Mientras esto ocurre, en los países desarrollados, como España, la ratio oscila entre los 70.000 u 80.000 habitantes por neurocirujano.