
El adiós de Julio Bocca
Tras veintisiete intensos años de carrera en la cima, el bailarín argentino Julio Bocca se retira de los escenarios. Y parece tenerlo más que claro. Lejos del escepticismo que siempre rodea a las retiradas oficiales, Bocca se muestra convencido: "Quiero retirame en...
Tras veintisiete intensos años de carrera en la cima, el bailarín argentino Julio Bocca se retira de los escenarios. Y parece tenerlo más que claro. Lejos del escepticismo que siempre rodea a las retiradas oficiales, Bocca se muestra convencido: «Quiero retirame en lo más alto de mi carrera. Siempre tuve claro que lo haría cuando cumpliera los cuarenta años, y ha llegado el momento». En la rueda de prensa que ofreció en el Palacio de Congresos -donde actuó, despidiéndose así de Valencia, el pasado día 1 de marzo- Bocca resumió las muchas razones de su retirada: «Hay cosas que están ahí, que siempre he querido hacer, pero nunca he tenido tiempo para ellas. Además, no quiero tener ninguna presión», y conversó animadamente acerca del espectáculo que le lleva, junto a su compañía desde hace más de quince años -el Ballet Argentino- de despedida por todo el mundo, «Adiós hermano cruel», una adaptación de la obra «Lástima que sea una puta», de John Ford. Bocca resaltó a lo largo de su charla con los periodistas valencianos las experiencias e impresiones que se lleva consigo. Tras una larga carrera internacional, que le ha permitido conocer a algunas de las figuras fundamentales del ballet mundial, Bocca se siente orgulloso de haber logrado popularizar el ballet en su país, Argentina, y de haber conseguido el cariño de la gente.