
`Las emociones son el único lenguaje universal que nos une a todos´
En primer lugar y si hablamos de sensaciones ¿cuál te ha dado el Palacio? El Palacio me ha sorprendido muy agradablemente. En fotos parece un sitio un poco frío, pero luego he descubierto una mezcla de modernidad y calidez en el edificio que me ha hecho cambiar la...
En primer lugar y si hablamos de sensaciones ¿cuál te ha dado el Palacio?
El Palacio me ha sorprendido muy agradablemente. En fotos parece un sitio un poco frío, pero luego he descubierto una mezcla de modernidad y calidez en el edificio que me ha hecho cambiar la primera opinión. Desde mi punto de vista su configuración es ágil, es cómodo y ligero y además el auditorio cuenta con una fantástica acústica y una gran cantidad de luz.
¿Cómo se puede explicar la inteligencia emocional?
Un psiquiatra norteamericano, el dr. Seaguel, que hablaba de una paciente de 91 años, que le ayudó a explicarla diciendo `si no comprendemos no
podemos transformarnos y la transformación es hasta el último día de nuestra vida´.
La inteligencia emocional quien mejor la explica es Daniel Goleman y viene a decir que una parte muy grande del éxito de las personas depende en gran medida de cómo manejaban sus emociones, de cómo comprendían las de los demás poniéndose en su lugar y eran capaces de tomar decisiones de forma responsable y resolver conflictos de forma constructiva. Y así es cuando se puede vivir una vida plena. Eso es la inteligencia emocional.
¿Cómo hemos cambiado y cómo ha beneficiado a nuestras emociones?
Vivimos mucho más tiempo y las estructuras sociales que antes parecían válidas se han derrumbado. Antes no se entraba en la caja negra del cerebro, no se podían estudiar y medir los procesos emocionales. Así dependíamos de estructuras sociales muy fuertes que decían cómo debíamos comportarnos según estas emociones, pero ahora se han derrumbado estas estructuras y de forma paralela hemos descubierto que el órgano que tenemos para sentir es el cerebro. Nos guiábamos por el sentido común pero ahora hemos visto que el sentido común se equivoca. Los últimos diez años nos están dando claves científicas para entender como funcionamos y ser dueños de nuestras emociones en vez de cautivos. Ahora tenemos las claves necesarias para enfrentarnos a nuestras emociones de forma inteligente, lo que tenemos que hacer es divulgarlas
¿Te preocupa el estado mental de la sociedad actual?
Mucho, me preocupa el estado emocional de la sociedad actual, los expertos nos dicen que las cifras de trastornos mentales se disparan con el paso de los años y eso implica mucho sufrimiento para la gente. Nos enfrentamos a una sociedad
cada vez más inestable psicológicamente, se calcula, según la Organización Mundial de la Salud que en 2020 habrá una de cada cinco personas sufriendo un trastorno afectivo y no estamos dando a nuestros niños las herramientas necesarias para evitar este sufrimiento.
¿Cómo podemos educar a los niños en las emociones?
El primer paso en inteligencia emocional con los niños es enseñarles a distinguir las distintas emociones. Es como con los colores. Los esquimales al parecer tienen decenas de nombres para el blanco, nosotros muy pocos nombres. A las emociones puedes darles muy pocos nombres o empezar a distinguir grados de emoción. Hay que enseñarles como cierto grado de ansiedad, de miedo a lo desconocido es normal. Es un mecanismo natural instintivo y por tanto es bueno, pero si es un miedo que le paralice entonces es malo. Pero las emociones no son buenas o malas, son útiles o perjudiciales. Hemos de educarles en la gestión de las emociones, alfabetizar las emociones, ya que es el único lenguaje universal que nos une a todos.
Por último ¿cómo ha influido tu padre en tu libro `Brújula para navegantes emocionales´?
Mucho, mi padre ha sido una gran escuela de aprendizaje, de trabajo y en general de inspiración. Es un hombre extraordinario. Él está en un ámbito
muy intelectual y yo ahora estoy viviendo una etapa en la que me enfrento a la crianza de unos hijos, es un momento más emocional para mí en
el que lo que lo que más me preocupa es dar respuestas prácticas a la gente.