La Fundació Lluís Alcanyís-Universitat de València y el Centro Mundial de València para la alimentación Urbana Sostenible (CEMAS) trabajan en la implantación general de la sostenibilidad alimentaria en el Palacio de Congresos de València
La Fundació Lluís Alcanyís-Universitat de València (FLA-UV), el CEMAS y el Palacio de Congresos de València han firmado un acuerdo para impulsar la sostenibilidad alimentaria mediante la monitorización, datación y diagnóstico del desperdicio alimentario en el ámbito del Palacio.
Este jueves 3 de noviembre de 2022, la Fundació Lluís Alcanyís-Universitat de València (FLA-UV), el Centro Mundial de València para la Alimentación Urbana Sostenible (CEMAS) y el Palacio de Congresos de València han firmado un acuerdo para impulsar la sostenibilidad alimentaria mediante la monitorización, datación y diagnóstico del desperdicio alimentario en el ámbito del Palacio de Congresos de València. La firma ha sido realizada esta mañana por los responsables de las tres instituciones; José Manuel Almerich, Vicente Carlos Domingo y Sylvia Andrés, respectivamente.
El Grupo de Trabajo para la Reducción del Desperdicio Alimentario está constituido por personas expertas en alimentación y desperdicio alimentario, procedentes del entorno investigador y universitario como son: José Miguel Soriano, Director de la Clínica Universitaria de Nutrición, Actividad Física y Fisioterapia de la FLA-UV, María Ángeles Fernández del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y Plan BonProfit, Tatiana Pina y Carla Soler de la Facultad de Magisterio y de Farmacia, respectivamente, de la Universitat de València y Héctor Barco de la ONGD Enraíza Derechos. Este grupo se encargará de lograr un protocolo de actuación para una nutrición más sostenible en los diferentes eventos organizados en el Palacio de Congresos y para ello llevará a cabo un diagnóstico inicial que permitirá ayudar a entender los aspectos de partida que son mejorables, analizando la forma de comprar los alimentos, los tipos de menús, cómo se realizan los cocinados o los servicios ofertados. Junto a las cifras del potencial desperdicio, se buscarán las causas que lo originan, los impactos que pueden evitarse si se reduce, y las ventajas sociales y culturales que tiene el no tirar tanta comida.
Medir el desperdicio es la primera actuación para su prevención y reducción, al servir para sensibilizar e implicar a quienes gestionan los alimentos en este reto, así como para obtener la información necesaria para detectar dónde se encuentran los principales problemas y a partir de ella elaborar las posibles líneas de actuación para su reducción. Con ello, tanto la ciudad de Valencia en particular como la Comunitat Valenciana en general, se posicionan como un territorio pionero, que trabaja para cumplir la normativa europea, así como los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. Además, supone la oportunidad de mejorar el posicionamiento en la sostenibilidad alimentaria del Palacio de Congresos, que como institución pretende compartir este aprendizaje y que se extrapolen las dinámicas que se determinen a otras sedes y ámbitos de la restauración alimentaria, mostrando que gracias al diálogo entre todos los actores implicados es posible conseguir una alimentación aún más sana y sostenible.