Publicado el: 1 de abril de 2006Categorías: Sin categoría

Valencia, ciudad de acogida

La fiesta de las Fallas es uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad de Valencia moviendo cerca de un millón de visitantes anualmente. Aunque existen diferentes hipótesis sobre el inicio de la fiesta fallera, hoy en día se sabe que las Fallas se...

La fiesta de las Fallas es uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad de Valencia moviendo cerca de un millón de visitantes anualmente. Aunque existen diferentes hipótesis sobre el inicio de la fiesta fallera, hoy en día se sabe que las Fallas se remontan a principios del siglo XVIII. Una de estas hipótesis explica que el origen de esta fiesta se atribuye a los carpinteros que durante el invierno iluminaban sus talleres con una rústica
lámpara de pie y de madera llamada parot. La víspera del día de San José, cuando los días eran más largos y no precisaban de esta luz para iluminarse, los artesanos hacían limpieza general y en la puerta de cada taller quemaban el tradicional parot. La hoguera era alimentada con virutas, madera inútil y trastos viejos que aportaba el vecindario. La verticalidad y brazos del parot invitaba a ser animado con ropas, algún viejo sombrero, etc., otorgándole aspecto humano. Así nacía el Ninot. Dedicadas a San José, las Fallas, son las fiestas por excelencia de la ciudad de Valencia. Mundialmente conocidas y declaradas de Interés Turístico Internacional, anuncian todos los años la llegada de la primavera. Del 15 al 19 de marzo más de setecientos monumentos de cartón o poliuretano sobre una estructura de madera inundan las calles de la ciudad. Arte, humor y sátira confluyen en estas representaciones de personajes y escenas de la vida cotidiana que el fuego purifica la noche de San José. Durante este semana Valencia se convierte en una ciudad de acogida, ya que cada año las visitan miles de personas dispuestas a disfrutar de una fiesta única en todo el mundo.

A finales del siglo XIX se crearon los premios a las mejores fallas y con ese estímulo se produjeron monumentos estéticamente aceptables. Y a partir de 1920 comenzaron a añadirse actos a la fiesta de las Fallas, ya no es sólo plantar y quemar un monumento: nace la Semana
Fallera. El 1 de marzo comienzan las «mascletaes» en la Plaza del Ayuntamiento y desde ese día y hasta el 19 de marzo el ruido de las tracas anuncia que las Fallas ya han llegado, aunque los más significativo comienza la noche del 15 con la tradicional «plantà» de las Fallas. Además de los monumentos, durante estos días tienen lugar múltiples manifestaciones lúdicas, desde las despertàs a castillos de fuegos artificiales, verbenas, una importante feria taurina, cabalgatas, exposiciones, concursos y exhibiciones de paellas, etc. La Ofrenda de Flores a la Virgen de los Desamparados, los días 17 y 18 de marzo, es el acto más multitudinario y espectacular ya que reúne a todos los falleros en torno a la patrona de la ciudad y millones de flores adornan el manto de la Virgen en su plaza. A las 12 de la noche del día 19, salvo un ninot previamente elegido, todas las Fallas son consumidas por el fuego durante la cremà. Aquí se da por concluida la fiesta grande de Valencia y comienza a prepararsela del próximo año.